Tarek Améstica es un guía de pesca que trabaja hace 15 años para la agencia de turismo Off Limits en Pucón, su jornada laboral contempla navegar por las aguas del río Liucura extrayendo trucha arcoíris, trucha fario, salmón Chinook y salmón cojo, esto con el fin de enseñar la técnica de captura y mostrar los ejemplares a cientos de curiosos visitantes que contratan sus servicios durante cada temporada. Los peces siempre son devueltos a su hábitat natural para que continúen con su ciclo de vida. La mañana del pasado sábado 4 de marzo Améstica se encontraba trabajando junto a algunos turistas, pero no logró sacar ningún pez debido a que minutos antes un grupo de personas habrían pasado por el sector pescando con redes y arpones, utilizando equipos de buceo y un bote a motor, generando un daño considerable al ecosistema de un río que se encuentra protegido por ley.
El guía de 38 años de edad pudo ver a los individuos que habían ocasionado el menoscabo justo cuando se estaban retirando, por lo que no alcanzó a increparlos, además, estaba acompañado de clientes y no quiso hacerles pasar un mal rato. En conversación con El Trancura Améstica precisó:
“En las cercanías del camping Ayelén (sector El Roble) los sujetos dejaron cabezas, tripas y colas de pescado, además habían muchas latas de cervezas e incluso papeles con excremento. Nosotros hemos hecho en reiteradas oportunidades denuncias a los organismos pertinentes, pero la verdad no pasa nada y no existe fiscalización. El problema está normalizado”.
Algo similar ocurre en el río Trancura, específicamente en las inmediaciones del Salto Mariman, donde frecuentemente llega gente a pescar de manera ilegal. Esto es lo que asegura una vecina de iniciales P.P. quien ha presenciado cómo personas ingresan a la propiedad privada cortando o saltando cercos para extraer peces de forma indiscriminada.
Para El Trancura P.P. declaró:
“Se trata de pescadores sin licencia que utilizan un método de extracción súper dañino, además hacen fogatas generando peligro de incendio. Limpian los salmones ahí mismo dejando las tripas y cabezas tiradas en cualquier parte, provocando mal olor y atrayendo ratones, moscas e infecciones. También consumen alcohol y dejan los residuos botados a orillas del río, creando un foco de contaminación (…) Usan el lugar como si fuera un baño arrojando papeles sucios por todos lados, por lo que huele horrible. Las bajadas en rafting se han vuelto peligrosas porque los anzuelos (arañas) quedan enganchados en las rocas y han generado accidentes”.
Respecto a esta problemática la Municipalidad de Pucón publicó el pasado 25 de enero en su cuenta de Facebook oficial lo siguiente:
“…el encargado de la Unidad de Turismo Aventura de la Municipalidad de Pucón, Sergio Sagardía, comentó que la técnica utilizada por los pescadores se denomina MALETEO, que consiste en la extracción forzada de los peces mediante la utilización de arañas como anzuelos y pesos superiores a lo que indica la ley, una vez enganchados los peces utilizando un gancho metálico los extraen a la orilla del rio, golpeándolos con objetos contundentes para dar muerte a los peces; los que posteriormente son comercializados de forma clandestina, ya sea por redes sociales o en establecimientos gastronómicos de la comuna.
“Se está trabajando en dos líneas de investigación. Primero se hace una fiscalización permanente en los puntos más complejos, como en el río Plata, río Liucura y en el salto del Marimán en el río Trancura. Y la segunda línea es la inspección a los establecimientos gastronómicos donde se venden las especies que son extraídos de la pesca ilegal”, comentó Sagardía.”.