María Graciela Carrillo, Abogada, Coach Sistémico Estratégico,
Locutora, Perito Judicial como Investigadora Ley Karín, Escritora y Socia Corporación Mujeres Lideres de la Araucania
Este domingo debemos votar… no tan solo para elegir a un nuevo líder para nuestro país, sino eligiendo parlamentarios que son los encargados de darle, muchas veces, realismo a los proyectos de ley que cambiarían nuestra realidad social y económica.
Como abogada siento la responsabilidad de explicar que los proyectos de ley —si bien es cierto— pueden nacer como mensaje (PDTE. de la República) o desde una moción (Parlamento); sin la discusión política y decisión final de aprobación en las cámaras respectivas volvemos a fojas 0… por falta de acuerdos, de conocimiento en el área o simplemente por conveniencia de algunos sectores políticos, sin considerar la urgencia de la modificación o creación de una ley para el bienestar de los chilenos.
El gran desafío es reflexionar antes de votar por parlamentarios… no simplemente por rellenar el tiempo que tenemos para elegir un Presidente(a) para Chile, sino por personas que impulsan los proyectos de ley que están durmiendo en nuestro Congreso por años.
Lo anterior debo relacionarlo con la educación cívica que se impartía obligatoriamente hasta el año 1998, la que posteriormente pasó a ser solo una formación transversal. La Ley 20.911 modificó la obligatoriedad de educación cívica a solo formación ciudadana, quedando al arbitrio de quienes deciden sobre la profundización de esta gran arista en la educación, que repercute en los futuros adultos que deben ejercer un derecho actualmente impuesto, pero sin las herramientas necesarias para ejercer seriamente su derecho.
Seamos responsables al votar, eduquemos a los jóvenes a incorporar en consciencia su obligación y derecho ciudadano, y así inculcarles a ser personas responsables al tomar decisiones cívicas, cuyo conocimiento debe incorporarse en su aprendizaje desde niños para no ser ignorantes en temas que influyen en el bienestar del país que todos conformamos.
Votemos responsablemente y démosle valor a la educación cívica de nuestros niños, heredándoles consciencia de la responsabilidad, no tan solo de la elección de un líder, sino también de los parlamentarios que deciden sobre futuras leyes para nuestro país.
